1. Conoce y respeta la zonificación de amenazas señaladas en el Mapa de Peligros Volcánicos. La información sobre la historia eruptiva del volcán activo permite saber qué es capaz de hacer, para así salvar vidas mediante gestión de emergencias, ordenamiento territorial y educación.
2. Si vives cerca de un volcán activo, organízate con tus vecinos junto a la Municipalidad y la ONEMI para elaborar el Plan de Emergencia Volcánico con información publicada por Sernageomin. Así se identifican vulnerabilidades de tu comunidad, rutas de evacuación y zonas de seguridad.
3. Conoce el significado de cada uno de los niveles de alerta técnica que describen el grado de actividad actual de los volcanes activos. Existe una escala internacional para la vigilancia volcánica que contempla progresivamente los niveles de alerta Verde, Amarilla, Naranja y Roja.
4. Colabora para que las autoridades mantengan despejados los cauces que descienden de los volcanes activos. Se debe evitar que los posibles lahares primarios y secundarios (avalanchas de material volcánico) se alimenten con lo que encuentren a su paso (árboles, rocas, etc.).
5. En caso de erupción volcánica, mantén la calma y ayuda a otros a mantenerla, especialmente ante mensajes alarmistas. Los volcanes activos son atractivos y al mismo tiempo peligrosos y ameritan actuar sin miedo para tomar decisiones inteligentes y oportunas.
6. Respeta las medidas de seguridad informadas por las instituciones del Sistema de Protección Civil (ONEMI, Sernageomin, Carabineros, etcétera). Estas decisiones se basan sobre información de los equipos de vigilancia volcánica y el conocimiento de la historia eruptiva de miles de años.
7. De ser necesario, usa mascarilla o pañuelo húmedo si hay emisión de gases y ceniza volcánica. Recuerda que los volcanes no emiten humo, porque no hay combustión; lo que emiten es material piroclástico (fragmentos de roca volcánica), que en algunos casos es muy fino (ceniza).
8. Mantén un botiquín de emergencia básico (mascarillas, agua embotellada, linterna y radio a pilas recargables, silbato, manta o frazada, ropa impermeable, etcétera). En caso de ser necesario debido a una erupción volcánica, corta la electricidad, y los suministros de agua y gas.
9. Considera que la mayor parte de la actividad volcánica es imperceptible para las personas. Lo esencial sucede en niveles profundos del volcán. Por eso, el conocimiento científico y la tecnología de monitoreo aportan un diagnóstico técnico completo sobre lo que realmente sucede.
10. Cuida y ayuda a cuidar las instalaciones de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica porque son de todas las personas y están dispuestas para acceder a información oportuna, que permita garantizar la seguridad de toda la comunidad, particularmente de los habitantes de zonas vulnerables.
Es un punto de la superficie terrestre por donde sale al exterior el material fundido o magma generado en el interior de la tierra y, ocasionalmente, material no magmático. Estos materiales se acumulan alrededor del centro emisor, dando lugar a relieves positivos con morfologías diversas. Según esta definición, un volcán no representa únicamente una morfología (en forma de montaña), sino que es el resultado de un complejo proceso que incluye la formación, ascenso, evolución, emisión del magma y depósito de estos materiales.
El 10 de abril de 1932, el volcán Quizapu (ubicado en la provincia de Talca, región séptima) inició una de las más violentas erupciones que se han registrado en el siglo. Su columna de gases alcanzó una altura de entre 30 y 32 mil metros. La tefra (ceniza y otros elementos producto de una erupción, que caen en forma de lluvia) cubrió más de dos millones de kilómetros cuadrados, desde Quilpué hasta el Sur de Brasil.
Chile es una tierra de volcanes. Sus fronteras están dentro del llamado Círculo de Fuego del Pacífico, una de las regiones dinámicamente más inestables y activas de la Tierra. Existen unos 90 volcanes potencialmente activos en nuestro país. De ellos, unos 60 tienen registro histórico de su actividad.